Platos que no puedes dejar de probar:
Su nombre lo deja claro. Este plato es un cocido y una de las elaboraciones más típicas y tradicionales de Portugal. Un guiso en el que, al igual que el que se hace en España, se emplean vegetales, legumbres y carnes. Feijoes -o habichuelas en castellano-, patatas, zanahorias, arroz, pollo, cerdo, oreja, morcilla, chorizo o la típica farinheira -un embutido a base de harina, pimentón y cerdo- conforman la base de un plato contundente y reponedor en los días más fríos del invierno. Además, destaca por tener un gusto ahumado gracias a los productos cárnicos que se utilizan, que le hacen ser diferente respecto a los estofados españoles.
Si hay un ingrediente ampliamente conocido en la gastronomía portuguesa, ese es el bacalao. Un pescado con el que se elaboran multitud de platos, pero que brilla en todo su esplendor cuando se cocina con la receta à brás, también conocida como bacalao dorado. En ella se utiliza el citado pez cocido y desmenuzado para que así, mezclado con patatas paja y huevo batido, termine formando un vistoso y sabroso revuelto amarillo que resulta crujiente y a la vez suave en la boca. Un clásico de Portugal.
Este plato elaborado con frijoles es un clásico de Brasil y tiene sus orígenes en Portugal. Una receta en la que la base es la citada legumbre, que se guisa con carne de cerdo o ternera, entre las que puede haber salchichas, embutidos o panceta, por ejemplo. Tradicionalmente, se cocina en una olla de barro a fuego lento que, posteriormente, se lleva a la mesa para que los propios comensales se sirvan. Esta preparación se acompaña con arroz blanco y naranja. Barato y muy nutritivo.
Es el plato emblemático del Algarve que debe su nombre al recipiente donde se cuecen todos los ingredientes. Un guiso que une magistralmente los mejores productos del mar y de la tierra del sur de Portugal. Un maridaje perfecto que se produce gracias a la olla usada, un utensilio que los árabes dejaron como legado en su paso por estas tierras. La cataplana es una cazuela, entre una sartén y una olla pequeña, que consta de dos partes iguales y que queda cerrada herméticamente para cocer dentro los alimentos; una versión lusa del tajine realizada con metal. Las recetas de la cataplana se han reinventado en los últimos tiempos y en ella se mezclan con buen acierto y gusto diferentes materias primas. La localidad de Castro Marim celebra en sus restaurantes durante el mes de junio la Festa da Cataplana con versiones muy originales, a tan sólo 10 km de Dunas Golf.
Entre los postres portugueses, hay un dulce que ha traspasado fronteras y es común encontrarlo hasta en España. Son los pasteles de Belém. Están elaborados con hojaldre y tienen un relleno hecho a base de leche, yema de huevo y azúcar que los hace muy dulces en la boca y proporcionan un contraste de texturas por dentro y por fuera. Se pueden comer en caliente y en frío y son muy llamativos por lo pequeños que resultan, por el tono amarillento y por lo tostados que acaban en la superficie.
El dulce más famoso y veraniego de todo el Algarve se llaman ‘bolinha’, aunque su nombre completo sea bola de Berlim. Se trata de una berlinesa, con crema o sin crema, que aunque puedes comprar en cualquier panadería o pastelería, se suele vender en la playa durante cualquier hora del día. El bolinhero es un elemento más del paisaje costero algarvio, sin estos hombres y mujeres paseando por sus playas al grito de ‘bolinha…’ no habría verdadero verano.
‘Bolo’ es sinónimo de pastel o de bizcocho, mientras que para las tartas se utiliza el término ‘torta’ o ‘tarta’. Entre los pasteles o bolos más famosos de esa región está el Bolo de Mel (bizcocho con miel típico de algunas zonas), el Bolo Rei (Roscón de Reyes) o el Bolo de Tacho de Monchique (típico de la fiesta del primero de mayo, elaborado con harina de maíz, aguardiente, canela, miel, chocolate…)
Es un licor de almendra amarga delicioso. Se ofrece muchas veces como gentileza de la casa tras el café. Un digestivo muy rico que se sirve en vaso pequeño o en copa con hielo y limón exprimido.